domingo

The master recomienda

El sol muy fuerte le obligaba a entornar los ojos; recordaba su sueño, recordaba cómo hacía un año, el mismo día y la misma hora, estaba sentada con él en aquel banco y cómo ahora, estaba sentada con él en aquel banco y cómo ahora, su bolso negro estaba junto a ella en el banco. Esta vez él no estaba a su lado, pero mentalmente Margarita Nikoláyevna hablaba con él: "Si estás deportado, ¿por qué no haces saber de ti? Los otros lo hacen. ¿Es que ya no me quieres? No sé por qué, pero no lo creo. Entonces, o estás deportado o te has muerto. Si es asó, te pido que me dejes, que me des la libertad para vivir, para respirar este aire". Y ella misma contestaba por él: "Eres libre... ¿Acaso te retengo?". Ella replicaba: "Eso no es una respuesta. Vete de mi memoria, sólo entonces seré libre...".


Tienes razón, Margarita, 
pero yo, 
yo siempre seré Fausto.

viejo

y joder si me gustaría que esto fuese algo estúpido, sencillo, como antes
las cosas cambian y pensaba que yo siempre sería así
pero te vas y, aunque las cosas no cambian, yo sí
necesito volver a atrás, a lo que hubo en algún momento -el bosque, el río, la pesca, mamma-, necesito llorar porque
por qué? las preguntas que te implicaron siempre fueron las más complicadas de contestar
no hay respuesta,
el caso es que todas estas anécdotas siempre se relegan a esa parte que nunca quisiste de mí, al español, a las letras, al juego inacabable de ser lo contrario a lo que se esperaba de "ÉL"
me acostumbré a esa tercera persona y ahora al oírme llamar no puedo evitar la inquietud
un día como león, un día como león, un día como león, león, león, león, león... la luz naranja del cielo, los anillos, yo cerrando los ojos
y

Ellos.

Bang, bang, u're dead.